1.4. Los relativos sin antecedente expreso

En el primer apartado dijimos que los relativos cumplen una función anafórica, es decir, señalan y adoptan el significado de un elemento que ha aparecido con anterioridad, denominado “antecedente”. Sin embargo, puede suceder que los relativos no posean esa función anafórica, bien porque señalen a otros elementos que aparecen después, bien porque carezcan de antecedente expreso. Lo vemos a continuación.

1.4.1    Relativos con función catafórica

En ocasiones, los relativos no cumplen una función anafórica, sino catafórica. La catáfora es un procedimiento que se opone a la anáfora, ya que la catáfora consiste en remitir a otra unidad lingüística que aparecerá después, denominada “consecuente”. P ej.: Quien perdió su trabajo fue mi padre.  El consecuente de “quien” es “mi padre” y, por tanto, carece de antecedente. No hay problema para señalar su función sintáctica, ya que podemos sustituir el relativo por su consecuente
Mi padre perdió su trabajo. “Mi padre” = Sujeto; por tanto, “quien” = Sujeto

1.4.2.    Relativos sin antecedente expreso

El relativo puede no tener un antecedente expreso, es decir, que no esté fonética o gráficamente realizado, bien porque se pueda adivinar por el contexto lingüístico o extratextual (El que me gusta es el azul, refiriéndonos a un bañador) bien por tener un carácter generalizador (Quien canta su mal espanta / Donde no existen los derechos humanos tampoco existe la justicia) o desconocido (Quien haya hecho esto me lo pagará). Podemos distinguir las siguientes construcciones relativas:

1.4.2.1. Relativos libres o con antecedente incorporado
Carecen de antecedente expreso, pero incorporan rasgos semánticos (es decir, de significado) envueltos o incorporados en el relativo, de ahí que también se llamen relativos envueltos, con antecedente incorporado o implícito o relativos sin antecedente expreso. No pueden funcionar como tales los relativos compuestos (“el cual”, “el que”) y los relativos simples “que” y “cuyo”. El resto puede funcionar como relativos libres. 

El relativo “quien” incorpora el rasgo “+ persona”. Cuando carece de antecedente expreso, posee un carácter indefinido, que puede ser generalizador. Quien no vota, no se puede quejar. También puede tener un carácter indefinido que alude a alguien desconocido: Quien me haya engañado, lo pagará caro. En este caso se dice que el antecedente está incorporado (también envuelto o implícito), ya que este pronombre incluye el rasgo de persona, de manera que equivaldría a La persona que me haya engañado, lo pagará caro, o bien Aquella persona que no vote, no se puede quejar

En cuanto a los adverbios, suelen aparecer sin antecedente expreso. En los siguientes ejemplos, las oraciones (a) llevan antecedente expreso; las (b), no. 

Donde
a.    El colegio donde estudié ya está cerrado
b.    Lo encontramos donde menos nos lo esperábamos

Cuando
a.    Jesucristo subió a la montaña al mediodía, cuando el sol está en su cúspide.
b.    Lo hizo cuando pudo

Como
a.    La manera como me hablas no me gusta
b.    Se comporta como si fuese un ladrón

1.4.2.2. Relativos semilibres
Se denominan relativas semilibres a las construcciones encabezadas por un artículo determinado seguido del relativo “que”, como en el siguiente ejemplo: El que se aburra no tiene por qué estar aquí.  Sus características son muy parecidas a las de relativo con antecedente envuelto o incorporado. Estas construcciones pueden ser explicadas de dos maneras:

a.    Se supone una omisión del sustantivo del grupo nominal. P ej.: El ø que quiero tiene que tener las mangas verdes, pudiendo ser el elemento omitido un traje y se puede suponer con el contexto previo o extralingüístico. 

b.    El artículo adquiere propiedades pronominales.