1.2. Clasificación de la oración compuesta

En cuanto a su clasificación, las oraciones compuestas se han dividido tradicionalmente en tres grupos: coordinadas, yuxtapuestas y subordinadas. Esta es la clasificación que recoge, por ejemplo, el Esbozo de una Nueva Gramática de la Lengua Española, de la RAE (1973). "La diferencia esencial entre la coordinación y la subordinación puede resumirse del modo siguiente: las oraciones coordinadas se enlazan en el período y expresan relaciones variadas entre sí; pero no se funden hasta el punto de que una de ellas pase a ser elemento sintáctico de otra" [RAE, Esbozo, 505]. Sin embargo, algunas de las oraciones que se incluían en algunos de esos grupos han sido objeto de reevaluación.

1.2.1.    Coordinadas
En principio, las oraciones coordinadas son aquellas compuestas por dos o más oraciones simples unidas por conjunciones coordinadas (y, e, ni pero, sino, o, etc.) en la que ninguna de ellas funciona como un constituyente de la otra; es decir, ninguna de esas oraciones cumple una función sintáctica (CD, CI, CC, etc.) dentro de la otra. Por ejemplo, en Jacinto canta y Yolanda baila, ninguna de las dos oraciones subrayadas cumple una función sintáctica en le otra. A su vez, las coordinadas se han dividido tradicionalmente en los siguientes tipos:

a.  Copulativas. Unen dos oraciones con las conjunciones y, e, ni. P. ej.:  Juan no canta ni baila.

b.  Adversativas. Contraponen dos ideas o conceptos. Emplean las conjunciones pero, sino y mas. P. ej.: Juan es muy listo, pero no estudia lo suficiente. 

c.  Disyuntivas. Expresa una alternancia o elección. Se emplean las conjunciones o, u. P. ej.: ¿Quieres carne o prefieres pescado?

d.  Distributivas. Las dos oraciones se unen mediante elementos correlativos, como unos…otros…, ya…ya…, bien…bien…). P. ej.: Unos juegan al fútbol, otros pasean por el parque.   

e.  Explicativas. Una de las oraciones explica algo que no ha quedado suficientemente claro en la anterior. Para su unión se emplean elementos como esto es, o sea, es decir, etc. P ej.: Tenemos que ganar el partido, esto es, tenemos que jugar mejor que nunca.

1.2.2.    Yuxtapuestas
En las yuxtapuestas sucede lo mismo, pero carecen de conjunción o cualquier otro nexo. Van unidas por la entonación, que en la escritura se plasma con un signo ortográfico. P ej.: Llegué, vi, vencí. 

1.2.3.    Subordinadas
En cambio, en las subordinadas una de las oraciones sí funciona como constituyente de la otra. Así, en Ruego que me mande los documentos, el segmento subrayado cumpliría el oficio de CD respecto del verbo “Ruego”. A su vez, las subordinadas se dividen en tres grupos:

1.    Subordinadas sustantivas. 
Cumplen funciones análogas a las del sustantivo y, por tanto, pueden cumplir cualquier función que cumple en la oración un sustantivo o un sintagma nominal, bien directamente, bien como término de preposición. P ej.:
Me encanta que me regales libros. La oración subordinada funciona como sujeto y no va precedida de preposición.
Le pregunté a quién le había dejado su coche. El segmento subrayado es una subordinada sustantiva que funciona como término de preposición y funciona como CI. 

2.    Subordinadas relativas o adjetivas.  
Cumplen funciones análogas al adjetivo (de ahí su nombre de adjetivas); es decir, como complemento del nombre. Utilizan como nexos subordinadores las partículas relativas o los grupos sintácticos de los que forman parte. P ej.:
El chico que lleva el jersey azul es el novio de Yolanda. El segmento subrayado es la subordinada, que funciona como CN, y se une directamente al núcleo del SN.
El lugar de donde vengo es muy hermoso. El relativo funciona como término de un SPrep y funciona, igualmente, como CN. 

3.    Subordinadas circunstanciales o adverbiales. 
Las subordinadas cumplen mayoritariamente la función de CC o las propias del adverbio, de ahí que reciban tal denominación. Se suelen distinguir varios tipos que se dividen en dos grupos:

a.    Las subordinadas adverbiales propias. 
Son las de lugar, tiempo y modo. Funcionarían como CC de lugar, tiempo y modo y se pueden sustituir directamente por un adverbio. P ej.:

Vivía donde tu tía (Vivía allí). De lugar
Nació cuando se hundió la bolsa (Nació entonces). De lugar.
Traga como si no hubiera un mañana (Traga así). De modo.

b.    Las subordinadas circunstanciales impropias. 
No se pueden sustituir (al menos siempre) por un adverbio. Se suelen incluir en este grupo los siguientes tipos: causales, finales, concesivas, condicionales, comparativas y consecutivas.
Causales. Explican la causa de lo dicho en la oración principal. P ej.: Saqué el paraguas porque iba a llover.

Finales. Explican el objetivo o finalidad por el que se realiza una acción. P ej.: Estudié durante una semana para aprobar el examen. 

Concesivas. Incluyen una dificultad que no impiden el cumplimiento de lo dicho en una oración principal. P ej.: Aunque jugamos bien, perdimos el partido.

Condicionales. Incluyen una condición para que se cumpla lo dicho en la oración principal. P ej.: Si mañana hace sol, iremos a la playa.

Comparativas. Incluyen una comparación entre dos miembros. Come tan rápido como (come) su padre.

Consecutivas. La oración subordinada muestra una consecuencia de lo dicho en la oración principal. P. ej.: Perdimos el partido; por lo tanto, hemos sido eliminados del campeonato.
< br/>